viernes, 26 de abril de 2024

LOS VAIVENES DE LA FIESTA


 

Mi agradecimiento a Thomas Turies y a su Terre de Toros, por las fotografías que les muestro.

La afición taurina  siempre se ha dedicado a despreciar el presente y mitificar el pasado, cuando José y Juan estaban en la cúspide los aficionados de más edad, decían de ellos que eran unos niñatos, como compararlos con Lagartijo y Fracuelo.

El toreo de la posguerra, no fue el desastre descrito por los críticos de la época, ni la maravilla perfecta de la que ahora se habla. La verdad es que tuvo sus luces y sus sombras, así como sus glorias y sus fracasos. Que se afeitaba y que el toro era más pequeño, estamos en lo cierto, pero no es menos que la picaresca data de mucho antes de la llegada de Manolete, incluso aquel toro se movía más y cogía más que el toro actual.

La verdad que aquellas faenas tan cantadas entonces, en la actualidad quedarían desapercibidas, pues al verlas, te encuentras con infinidad de enganchones.

En aquella época fueron gloriosos Lagartijo y Frascuelo. Guerrita consiguió mandar en el toreo de su tiempo. No tenía rival, él era el mejor, pero en corridas de poca responsabilidad los prefería utreros y gachos.

Machaquito y Bombita no pintaron nada, tuvieron que pechar con todo lo que les echaron. Pero llegó Joselito, creo el toreo moderno, inventó el toreo en redondo, construyó las plazas monumentales, pero hizo una cosa menos buena. En el cortijo Los Merinales se instaló una barbería para adecentar las corridas que toreaban los fenómenos. Los Merinales era un apeadero ferroviario donde se embarcaban todas las corridas de las ganaderías sevillanas. Pero antes de ser encajonados, los toros pasaban por un pequeño tramite. Una menudencia sin importancia que llenó de ira a D. Gregorio Corrochano cuando se enteró.

Corrochano lo hizo público, Joselito se indigna, pues lo considera una traición personal. Durante el año 1919 no se hablan. Los palos que atiza Don Gregorio desde su tribuna de ABC son tremendos. Al final hubo paz. A Joselito no le interesaba tener en contra al crítico más influyente de la historia. En el transcurso de una comida se llegó al siguiente acuerdo  Corrochano se compromete a retractarse de lo dicho y Joselito se compromete a torear la corrida del pueblo de Corrochano, Talavera de la Reina. Esa y no otra fue la razón por la que Joselito fue a torear a Talavera el día de su muerte.

Durante la Edad de Plata la fiesta fue muy dura. Había muchos toreros y esa abundancia los hacia débiles frente a los empresarios. Tocaba tragar entonces con lo que había.

Cámara era un partidario acerrimo de Joselito y decía a todo aquel que quisiera escucharle que él apoderaba a Manolete utilizando los mismos sistemas que usaba Joselito.

Decía Paco Galache, gran amigo de Manolete, que comentaba en sus estancias en su finca que el toro afeitado punteaba los engaños y que a Manolete le gustaba que embistieran bien. Don Álvaro Domecq reiteraba lo mismo. Cámara se reiteraba en lo que escuchó a Joselito. " Sé yunque hasta que seas martillo ". Pero cuando seas martillo, pega, pega y pega.

Durante aquellos años la suerte de varas encontró un equilibrio que al día de hoy puede considerarse envidiable. El caballo era español y ligero, pero ya contaba con la suficiente protección para no sucumbir en la arena, y con suficiente estabilidad para que desde él se pudiera ahormar al toro.

Manolete supone la superación del toreo de su tiempo. Fue la culminación del sueño de Juan Belmonte, que dijo : " Un día llegará un torero que estará bien con todos los toros  "; ése fue Manolete.

El compañero de Manolete Pepe Luis Vázquez, torero extraordinario que aunaba todo incluso la gracia sevillana. Con Pepe Luis con más valor la pareja hubiera tenido la importancia de José y Juan. Pero aparte de Manolete y Pepe Luis, estaban Carlos Arruza, Luis Miguel Dominguín, El Andaluz y Pepín Martín Vázquez. Por desgracia duró poquísimo por aquella tremenda cornada en Valdepeñas.

Los años cincuenta son los de esplendor de Antonio Ordóñez, auténtico mito en la fiesta. Un hombre que fue capaz de fundir la técnica de Manolete con la estética de Belmonte. A su alrededor estaban Julio Aparicio, El Litri, Manolo Vázquez, Antoñete, Pedro Martínez " Pedrés ", César Girón..... 

Con los años sesenta aparecen Diego Puerta con su valor arrebatador, Santiago Matín " El Viti ", que quizá haya sido el mejor muletero de la historia y Paco Camino, desde Joselito no había salido un torero con las cualidades de Paco Camino. Además Antonio Ordóñez seguía dictando sus lecciones..... Este cuarteto clásico era el contrapunto de Manuel Benitez " El Cordobés ", torero de una gran personalidad y técnica prodigiosa. No se puede torear más quieto y más cerca del toro.

Aquellos años, si no de oro, porque había poco toro fueron de plata. Una nueva edad de plata, con tantos toreros importantes como en los años veinte.

Joselito apoyó sin reservas a la casta Vistahermosa en detrimento de las otras, y en aquellos años se consolida definitivamente.

Con Manolete se termina de ramificar : lo de Parladé se distancia de Murube. Además, en Parladé aparecen varias líneas muy definidas y distintas entre sí. La de Conde de la Corte se despega de las ganaderías de Gamero Cívico. Dos ganaderías hijas del Conde la Corte : Juan Pedro Domecq y Atanasio Fernández. Carlos Núñez y Joaquín Buendía, hacen un toro bajito y muy bravo, diferente del toro de Saltillo, más picante y peor hecho.

Buena herencia, en aquellas ferias te podías encontrar con los toros de Buendía, los de Alipio Pérez Tabernero, el cruce de Murube-Parladé de Antonio Pérez, los vegavillares de Galache o Sánchez Cobaleda. los contreras de Juan Antonio Álvarez, los murubes de Urquijo, los parladés del Conde de la Corte.

Fueron unos años de una gran variedad ganadera que contrastan con la monotonía actual.

Pero lo peor fue que poco a poco y sin darnos cuenta, se empezó a seleccionar la nobleza. olvidando la casta. Aquel toro que seleccionó Joselito en que la nobleza y la casta iban parejas, fue sustituido a partir de Manolete por un toro más noble que encastado. Cuando llegó el Cordobés le hicieron responsable de lo descastadas de las ganaderías, cuando conseguirlo por parte de los ganaderos es labor de muchos años, por tanto se encontró con aquel toro, no lo hizo él.








viernes, 1 de marzo de 2024

IMPACTO ECONÓMICO DE LA TAUROMAQUIA EN EXTREMADURA


 


Les pido a los Ganaderos de Bravo de Extremadura que cumplimenten el siguiente cuestionario pinchando en el enlace que adjunto. Muchas gracias y un cordial saludo a todos.







miércoles, 10 de enero de 2024

UN PASEO POR LA TAUROMAQUIA ( CAP. II )


 

Las fotografías que les muestro pertenecen a mi buen amigo Thomas Turies y a su Terre de Toros. Muchas gracias Thomas.

Rodolfo Gaona es el primer gran torero mexicano que cuenta en la historia del toreo, y, desde luego, el torero de más clase que ha tenido México. Y al decir de más clase, no quiero afirmar que sea el más grande, sino el que más calidad ha dado a su toreo. A pesar de Pepe Ortiz, de Carmelo, Silverio Pérez, de Solórzano y Luis Procuna, que son todos ellos toreros de clase innegable.

Qué mejor que al invocar a este gran torero a don Rodolfo Gaona y Jiménez, que nació en León de las Aldamas el 22 de enero de 1888, cuya rama paterna era de origen navarro y la madre mexicana.

Este " Indio Grande ", que abarcó en forma sublime, la época más gloriosa del toreo " La Edad de Oro "

Porque gloria fue competir en los ruedos con Joselito y Belmonte, cuando las corridas de toros y el espectáculo adquiría matices de relieves incomparables que contrastaban, llenos de luz y de vida, entre chisperos y manolas, en una tarde de toros por la calle de Alcalá.

Su notable inteligencia quedó de manifiesto en los estudios primarios. Interrumpidos estos por penuria económica familiar no tarda en ingresar en la escuela taurina que en su ciudad tenía el banderillero español Saturnino Frutos ( Ojitos ), nacido en Fuente del Saz ( Madrid), y que perteneció durante los años de 1885 a 1889, a la cuadrilla del famoso torero granadino Salvador Sánchez " Fracuelo ".

Desde niño " Ojitos ". lo tuvo como alumno en la escuela que dirigía. Ante aquel maestro que los iba enseñando a torear dentro de la más estricta disciplina, surgió un muchacho delgado, serio, y de mirada penetrante, que al correr el tiempo, había de triunfar en las principales plazas del mundo taurino.

Gaona destacó enseguida de todos sus compañeros. Y eso que de aquella escuela salieron lidiadores muy notables, pues no cabe duda que " Ojitos " era un maestro consumado, que supo inculcar en sus discípulos la técnica, la disciplina y la competencia.

El día 1 de octubre de 1905, considerándose capacitado plenamente, se presenta ante el público de la capital en la plaza México, con enorme brillantez. En esa fecha vistió su primer traje de luces. A partir de ahí comienza una serie de novilladas que son otros tantos triunfos. Después de 122 festejos viaja a España. Varios matadores españoles le habían visto torear en México y hablaban de él muy favorablemente, Antonio Fuentes decía : " En México no hay más Dios ni más Santa María que Gaona. Yo le he visto faenas admirables, de esas que cimientan una reputación. Le brindó un toro, que mejor no hay quien lo toree y como lo mató y lo banderilleo.

En México le llamaban " Indio Grande " y más tarde " Califa de León ".

Llegan a Madrid, ahijado y padrino, para emprender y una nueva y dura lucha, más difícil aún de lo que " Ojitos" pensó, guiado por la confianza ciega que en su alumno tenía. Y aquí empieza la ardua batalla. que tuvo que librar el ex-banderillero de Frascuelo..... Comenzaron los comentarios sobre el novel torero. que llegó precedido de una gran aureola, ganada en ruedos mexícanos. A todo esto, paseaba Gaona, a sus veinte años con su varonil figura por las calles madrileñas.

El 5 de julio de 1908 le concede la alternativa Juan Sal " Saleri " en la plaza de Madrid, de testigo Tomás Alarcón " Mazzantinito ", obteniendo un gran triunfo, incluso en banderillas.

El 15 de julio torea con Ricardo Torres y Machaquito en la plaza de Vista Alegre, y Bombita le cede su primer toro. Gaona regresa  México, con la seguridad de haber conquistado a la afición española.

En 1911, su temporada triunfal, torea 71 corridas y en 1912, torea 85. Sigue en primera línea después de Joselito y Belmonte.

Gaona fue un artista extraordinario. Con el capote, en su época, tan sólo le pudo superar en finura y fantasía Rafael " El Gallo ", si bien Gaona era más clásico y tenía un retoque más perfecto. Cultivaba unas verónicas elegantes y paradas, parecidas a las de Fuentes, aunque templando más que él e imprimiéndoles una majestad más natural.

En banderillas sólo le igualó Joselito, pues ambos clavaron rehiletes en todas las suertes y terrenos de un modo perfecto y le colocan a Gaona como uno de los mejores banderilleros de su época. Con la muleta fue un portentoso muletero con los toros más suaves y nobles, con los difíciles se amilanó y no tuvo la precisa y férrea exactitud de Joselito, ni la acongojada belleza de Belmonte.

En esos años, me vienen a la memoria dos toreros de segunda fila que, de no morir de forma trágica, hubieran alcanzado mejor clasificación en el escalafón, me refiero a Florentino Ballesteros y Manuel Varé " Valerito".

Florentino nació en 1893 en Zaragoza. En 1916 toma la alternativa en Madrid de manos de Joselito y resultó herido al matar al toro de su alternativa. Torea sólo 45 corridas, pues sufre una cornada espantosa de un toro de Urcola, que le tiene convaleciente todo el invierno. En 1917, no repuesto de esta cornada en el pecho, y toreando la tercera de abono en Madrid con Bienvenida y Joselito, un toro de Benjumea le asesta otra cornada terrible en la misma cicatriz de la anterior que era como una alhaja de muerte y fallece al cabo de unos días.

Manuel Varé " Valerito ", ha sido el último torero que se ha mantenido en primera fila como especialista de la estocada. Nació en Sevilla en 1893. Toreó en cuadrilla infantil con Manuel Navarro y Juan Belmonte, con una actuación deficiente. Le salvó sus excelentes dotes con la espada. El 26 de septiembre de 1918 decide tomar la alternativa y lo hace de manos, de Joselito, que en la misma corrida la concedió a Domingo González " Dominguín ", doble alternativa sin testigo, lo cual no tiene antecedentes en la historia del toreo.

Sus continuos percances, le impidieron torear lo que debía. En 1919 mató 37 corridas, y en 1920 sólo 32.

En 1921 torea 44. En 1942, torea 4 corridas en la feria de abril de Sevilla, el público sevillano se muestra desabrido y colérico. La muerte de Joselito y la retirada de Belmonte hacen menospreciar a los toreros que quedan, en el quinto toro del Marqués de Guadalest recibe una cruel cornada que le ocasiona la muerte al cabo de un mes. ( Continuara )